El Castillo y Corte de los Luises penúltimos
Extendía su alargada E mayúscula
Sobre miles de hectáreas de parque.
Por delante, estiraba el Gran canal
Sus dos kilómetros cortos de agua plácida
Para navegar con remos a sus anchas
Allí lucían músculos marineros
Por dulcineas de la vida o un día.
Los enamorados con mayores prisas
iban a perderse en los intrincados
Laberintos de las verdes enramadas.
Tras recorrer a paso de rey o plebeyo
Los monumentales jardines reales
Y admirar las fuentes de dorados faunos
Me esperaba subir con el soplo corto
La bien conocida gran escalinata
Que da acceso a la terraza del palacio.
©Pierre-Alain GASSE, 15 de agosto de 2025.
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