©B. Vauléon, 2001

Una noche en Uluru

 

Así lo nombran los aborígenes.

Perdido en el Centro Rojo

Yergue su mole imponente

A casi novecientos metros

Cambiando de color

Según varía la luz.

Cuando llega el atardecer

Y va decayendo el sol

Pasa de un rojo intenso

A matices azulmorados.

A él acuden a estas horas

Autocares japoneses

que liberan manadas

de cámaras impacientes

Mientras los privilegiados

con guía y chofer

Montan mesas para servir

Tapas y champán tibio.

Los dueños del lugar

Desde los orígenes

Hoy prohíben la ascensión

Y perciben el tributo

Del colonizador y

Viajeros del mundo entero.

Por suerte, no dejan instalarse

A menos de quince kilómetros

Para dejar tranquilos

los espíritus ancestrales.

Y bajo un cielo estrellado

Sin luces parásitas

De súbito cae la noche negra

Sobre la majestad de Uluru.

© Pierre-Alain GASSE, 7 de julio de 2025.

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