
En Nueva Zelandia
En la isla norteña,
La tierra echa humos
Y vapores fétidos.
Lagos de arsénico
Color azul verde
Lindan con géiseres
Que cada dos por tres
Echan agua al aire.
Hedores de azufre,
vientos malolientes,
Hieren las narices.
Piedras tan calientes
Que funden las suelas
Y arenas inciertas
En las que se hunde el pie.
Así es Rotorua
A orillas del lago
En la ancha caldeira
Que le da su nombre.
©Pierre-Alain GASSE, 19 de julio de 2025.
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